domingo, 23 de noviembre de 2014

En busca del pirómano

por JM Moreno Gómez.

   La naturaleza destructiva de fuego hace que sea difícil obtener evidencia criminal desde el lugar del incendio. Identificar a la persona que realiza dicho incendio, depende de poder encontrar rastro del acelerante de combustión que haya usado. Esta parte suele ser la más difícil debido al caos que deja el fuego a su paso. Pero es importante encontrar técnicas para analizar restos de incendios para averiguar si  ha sido intencionadamente, y que estas tengan una sensibilidad y fiabilidad alta. Existe una amplia gama de compuestos que se pueden usar como acelerantes de combustión. Algunos ejemplos son la gasolina, el queroseno, el diésel o la trementina.


   La técnica más usada habitualmente es la cromatografía de gases (GC). La mayoría de los compuestos que antes señalábamos como acelerantes de combustión están compuestos por hidrocarburos, por tanto habría que acoplar un detector universal al GC.
   La mayoría de las técnicas usadas han sido sustituidas por la ‘extracción espacio-cabeza’, debido a su simplicidad, al bajo nivel de interferencias que presenta esta técnica, a la reducción en la manipulación de las muestras y a que se evita el uso de disolventes. Los materiales podrían ser extraídos y detectados con baja detección.
   El procedimiento de HSSE-TD-GC-MS para la detección de líquidos inflamables en restos de incendios, resulta una técnica que puede ayudar a identificar con facilidad a los pirómanos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario